Psicólogos Córdoba cuenta con profesionales formados en Gestalt. La terapia Gestáltica pertenece al grupo de las corrientes humanísticas de la psicología. Es conocida por tener como pilares del tratamiento el generar conciencia del aquí y ahora con el objetivo de que la persona pueda autorrealizarse, ser plenamente conscientes de los aspectos positivos y negativos de nuestra existencia, reforzando nuestra capacidad de elegir y siendo responsables de nuestras decisiones.
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¿Qué es la terapia gestáltica?
Los psicólogos que nos dedicamos a la clínica podemos tomar muchos caminos de especialización para tener más y mejores herramientas a la hora de trabajar con nuestros pacientes. Uno de estos caminos es la terapia gestáltica. La misma tiene como base una filosofía humanista y existencialista que permite no solo enfocarse en los síntomas y enfermedades sino, que además, nos da la posibilidad de explorar todos los aspectos potenciales que tenemos como seres humanos. En palabras más simples, tomando este enfoque como guía podemos ser plenamente conscientes de los aspectos positivos y negativos de nuestra existencia, reforzando nuestra capacidad de elegir, y siendo responsables de nuestras decisiones. Desde un punto de vista holístico, en este tipo de terapia nos enfocamos en lo que se está haciendo, pensando y sintiendo en el momento presente. El rol del terapeuta es intervenir para que quien consulta pueda aumentar su capacidad de darse cuenta sobre todo de aquello que interrumpe su experiencia genuina del aquí y ahora. En palabras de Claudio Naranjo, podemos listar los siguientes preceptos de la terapia gestáltica:
1- Vive ahora, es decir, preocúpate del presente más que del pasado o el futuro.
2.- Vive aquí, es decir, relaciónate más con lo presente que con lo ausente.
3.- Deja de imaginar: experimenta lo real.
4.- Abandona los pensamientos innecesarios; más bien siente y observa
5.- Prefiere expresar antes que manipular, explicar, justificar o juzgar.
6.- Entrégate al desagrado y al dolor tal como al placer; no restrinjas tu percatarte.
7.- No aceptes ningún otro debería o tendría más que el tuyo propio
8.- Responsabilízate plenamente de tus acciones, sentimientos y pensamientos.
9.- Acepta ser como eres. Siguiendo estos preceptos y trabajando en el consultorio para construir un vínculo honesto y responsable entre paciente y terapeuta, este tipo de terapia resulta altamente efectiva para aquellas personas que están dispuestas a revisar su modo de estar en el mundo, sus asuntos inconclusos del pasado, sus miedos respecto al futuro, siempre desde la perspectiva del presente y en contacto con todo su ser.
¿Qué te vas a encontrar en una sesión de psicoterapia gestáltica?
Si bien no hay una sesión igual a otra, puesto que todos los individuos son diferentes, inicialmente se aborda lo que el paciente trae a partir del diálogo, sus conflictos y el motivo que lo llevó a la consulta. Luego de dos o tres entrevistas, el terapeuta tiene un panorama más certero de los temas que deben ser trabajados y realiza un diagnóstico situacional de su paciente, evalúa el despliegue de sus recursos y posibilidades, y en el caso de ser necesario se realiza un diagnóstico psicopatológico. Luego, el modo de trabajar es diferente de acuerdo a dicho panorama, siempre en acuerdo con quien llega a terapia; se puede trabajar únicamente a través del diálogo y también incluir técnicas vivenciales cuando el diálogo se agota y es necesario experimentar aquello de lo que se está hablando.
Desde este enfoque terapéutico se puede trabajar de manera individual con niños, adolescentes, adultos, adultos mayores; además se puede realizar psicoterapia de parejas y psicoterapia grupal. Se trabaja tanto con problemáticas cotidianas que reflejan una vivencia inadecuada que tenemos internamente con lo real externo, como con trastornos de ansiedad, trastornos de alimentación, trastornos del estado de ánimo, trastornos de personalidad, etc., que nos hablan de un funcionamiento estructural más rígido y establecido en la vida de la persona. Dependiendo de todos estos factores la psicoterapia puede durar entre 6 meses y 2 años, teniendo también en cuenta la frecuencia de las sesiones y lo que el paciente esté dispuesto a replantearse en su proceso.