En Psicólogos Córdoba disponemos de profesionales especializados y capacitados en psicología infantil. Estas terapias requieren de dinámicas y técnicas que se diferencian ampliamente de las utilizadas en jóvenes y adultos, donde la identidad ya ha sido desarrollada. Nuestro objetivo es ayudar a sus hijos con los problemas que puedan surgir en las diferentes etapas de su crecimiento, adaptándonos a sus necesidades. Para sacar un turno o realizar cualquier consulta no dudes en contactarnos.
Los niños se expresan de manera distinta a la de los adultos. En ocasiones, ni ellos mismos saben identificar lo que les ocurre, o simplemente aún no poseen los recursos necesarios para manifestarlo de forma verbal y clara, y su sintomatología no es entendida por los padres o tutores.
Por ello, es necesario crear un ambiente ameno, divertido, donde el juego, el dibujo, los cuentos, etc. son los primeros elementos a destacar en su evaluación. A través de esta dinámica se crea un ambiente de ocio y de trabajo donde los psicólogos infantiles, por medio de la observación y la formulación de determinadas preguntas, van obteniendo la información que necesitan para su estudio. En ningún caso el niño se ve expuesto a una entrevista cerrada y situaciones de ansiedad donde el psicólogo pregunta y el niño responde tras una mesa.
Por otro lado, debemos destacar la importancia que tienen las entrevistas con los padres. Aconsejamos que en la primera cita acudan sin el niño, pudiendo de esta manera informar libremente de los problemas que observan en el menor, sin que éste se encuentre presente.
Asímismo, y en determinados casos, es necesaria la colaboración de los profesores que nos ayudan aportando información desde un ámbito distinto al del hogar, como es el colegio. En estos casos, el contacto telefónico o incluso el desplazamiento del psicólogo infantil al colegio, permitirá la obtención de los datos necesarios para poder trabajar de una manera holistica. Esto ayudará a diferenciar en qué contextos y de qué forma se producen los síntomas que presenta el niño.
En definitiva, la recogida de información sobre las dificultades o necesidades del menor a través de la observación del niño, la información escolar, familiar y social del mismo; son fuente importante de los pasos a seguir en su tratamiento, las estrategia que va a tomar el profesional y las pautas necesarias que deberán seguir los adultos, para una labor eficaz de la intervención.
