“Todo gran camino, comienza con un pequeño paso”
Cuantas veces decimos “El Lunes comienzo el gimnasio”, “Mañana me pongo las pilas con el estudio” o “A partir de ahora, comienzo a hacer X actividad” y al final no hacemos nada o comenzamos y al poco tiempo desistimos.
Cada uno de nosotros se propone nuevas metas que con el tiempo, se convierten en molestas, inalcanzables y, en general, nunca las cumplimos. Esto sucede, en todas las culturas del mundo, es por eso que los japoneses inventaron el método “Kaizen” que se traduce como “mejoramiento continuo”
Este método propone realizar todos los días, a la misma hora, durante un minuto, la misma actividad. Esta teoría está basada en que pequeños y continuos cambios son más efectivos que un solo gran cambio que no dura en el tiempo. Las acciones pequeñas, llevadas a cabo de manera continua en el tiempo, se convierten en hábitos y estos generan mayores y permanentes resultados.
Fácil para no hacerlo.
¿Qué pasará si en vez de hacer algo enorme que requiere un gran esfuerzo nos ponemos el difícil reto de hacer algo chico todos los días? La idea es ponerse en movimiento y generar la avalancha que necesitamos. Si nos proponemos como objetivo correr un maratón lo cual es una meta difícil de lograr, requiere mucho tiempo de entrenamiento y más sino hicimos nunca actividad física, comienza caminando todos los días. La idea de este método es desmenuzar el objetivo hasta lo más chico con el objetivo de que sea difícil fallar y luego de que comencemos a generar el hábito ir incrementando el reto.
“Un paso en la dirección correcta cada día es mejor que ningún paso”
Lo mínimo
Siguiendo el ejemplo, no es que salgas obligadamente un minuto, sino que mínimamente lo hagas por un minuto. Algunos días caminaremos 1 hora, otro día trotaremos pero todos los días lo haremos por un minuto.
Si como a la mayoría, te cuesta generar cambios duraderos en tu vida, puedes probar con este método. En mi experiencia, el momento más difícil para hacer actividad física, es dejar lo que estoy haciendo y salir de mi casa, puede que todo lo que necesite para cambiar mi hábito sea dar la vuelta manzana.
Parece fácil hacer algo durante tan poco tiempo pero la verdad que no lo es, realizarlo ya es un gran desafío.
¿Qué es lo mínimo, lo más chico, que necesitas hacer para llegar a tu objetivo?
Sueña en grande, pero empieza pequeño.
Si alguna vez has intentado dejar algún mal hábito o cambiar un comportamiento habitual, es posible que entiendas lo poderosos que pueden ser nuestros hábitos.
Imagina los típicos hábitos, tanto los positivos como los negativos: lavarte los dientes, ponerte el cinturón de seguridad cuando subes al auto, etc. Estos hábitos son tan pequeños que no pensamos en ellas, las realizamos en automático y nos sentimos raros y molestos cuando no lo realizamos. Cuando conseguimos el hábito los resultados vienen solos.
Enfócate en el estilo de vida, no en el cambio de vida
Siempre pensamos con hacer transformaciones que cambien nuestras vidas. Pero para lograrlo necesitamos cambiar primero el estilo de vida.
Perder 20 kilos sería un cambio de vida, beber ocho vasos de agua al día es un nuevo estilo de vida.
Publicar tu primer libro sería un cambio de vida, escribir dos hojas todos los días es un nuevo estilo de vida.
Las metas o los objetivos que nos planteamos son positivos ya que nos brindan la dirección, pero también pueden engañarte y hacerte tomar más de lo que puedes lidiar y hacer que nos rindamos. Los hábitos diarios (pequeñas rutinas repetibles) es la forma en la que puedes convertir grandes sueños en realidad.
