Sin embargo, hay casos en que la ansiedad se presenta como una condición psicológica, en la que las personas experimentan una angustia extrema. Por ende, es necesario prestar atención, ya que esta condición puede afectar el aprendizaje y perjudicar el rendimiento de los estudiantes.
En este artículo, te comentamos qué es la ansiedad en los exámenes, a quiénes afecta más generalmente, y cuáles son sus causas y síntomas. Además, compartimos algunos consejos que te ayudarán a enfrentar estas instancias.
¿Qué es la ansiedad en los exámenes?
La ansiedad en los exámenes es un tipo de estrés que se origina en situaciones donde la presión se concentra en torno al desempeño y al rendimiento. Las personas pueden sufrirla en tal magnitud, que terminan siendo incapaces de dar lo mejor de sí mismas.
El estrés elevado ante un examen puede producir grandes dificultades a la hora de concentrarse y recordar algunas cosas que se han estudiado. Muchas veces, esto se asocia con el hecho de “quedarse en blanco”. La inhabilidad para recuperar los conocimientos puede llevar a que se produzca más ansiedad y estrés, perjudicando cada vez más el rendimiento del estudiante.
¿A quién afecta esta problemática?
La realidad es que la ansiedad en evaluaciones es un problema que ha existido siempre. Lo que sucede es que existen más casos debido a la afluencia de más gente a la Universidad, por lo que el problema cobra mayor visibilidad.
Furlan expresa que el problema afecta tanto a hombres como mujeres. Es decir, no existe una cuestión de sexo vinculada a la presencia o no de ansiedad en los exámenes. Pero reconoce que “sí suele haber una mayor conciencia acerca de lo que ocurre a nivel emocional en las mujeres, y una mayor apertura a expresar lo que les pasa”. Es por ello que las mujeres son quienes consultan más a menudo con los psicólogos por este inconveniente.
Por otra parte, los estudios demuestran que no existe un momento específico de la carrera en el cual se manifieste la ansiedad. “Se da en todos los años. Hay personas que están dando vuelta con las dos últimas materias y no se pueden recibir y otras que comienzan a tener dificultades desde que inician la carrera”, señala Furlan.
¿Por qué se produce la ansiedad en las evaluaciones?
Las causas por las que se produce la ansiedad varían, y pueden tener su origen en cuestiones tanto académicas como no académicas. Las más generales se relacionan con malas experiencias en exámenes en el pasado, el hecho de no estar suficientemente preparado, o el miedo al fracaso.
En el caso de los estresores académicos, se reconocen exigencias tanto de origen internas como externas. Las primeras suelen darse como producto de la auto exigencia y las altas expectativas que tenemos hacia nosotros mismos.
También existen exigencias externas, que son aquellas que nos presenta nuestro entorno. Las excesivas obligaciones académicas que debemos cumplir en un tiempo acotado, o cuestiones como exponer frente al curso, son algunos ejemplos.
Por otro lado, los factores no académicos son numerosos. Se trata de situaciones del día a día que nos estresan, y que repercuten en nuestro estado emocional y físico. Cuestiones como separarse de una pareja, u otros problemas familiares; pueden terminar influyendo en nuestro desempeño en un examen.
Otra cuestión a tener en cuenta es el contexto actual, en donde la competitividad ha reforzado este tipo de respuestas emocionales. Existe un ideario de que debemos ser “los mejores” en lo que hagamos para triunfar. Este hecho no hace más que favorecer la presencia de ansiedad frente a instancias donde se nos evalúa.
Finalmente, es también importante tener en cuenta el aspecto biológico: el cuerpo libera una hormona que se llama “adrenalina”. Esto lo ayuda a prepararse para lidiar con situaciones que están por suceder, como el hecho de rendir un examen. Se trata de un mecanismo que genera efectos positivos, ya que ayuda a prepararse para lidiar con situaciones estresantes. Sin embargo, en algunos casos la ansiedad que sufre la persona es tal, que termina superando y anulando por completo el efecto de la adrenalina.
¿Cómo se manifiesta la ansiedad en los exámenes?
Los síntomas pueden variar considerablemente. Algunos estudiantes sólo experimentan señales leves, que les permite rendir bastante bien. Por el contrario, otros estudiantes terminan prácticamente anulados por la ansiedad. Esto conlleva a que los resultados no sean buenos, incluso presentándose ataques de pánico antes o después del evento.
A modo general, los síntomas pueden ser fisiológicos, de comportamiento o cognitivos, y emocionales.
A nivel fisiológico, las reacciones pueden ser dolores de cabeza, náuseas, vómitos, boca seca o respiración rápida. En casos más extremos, se puede experimentar taquicardia, mareos e incluso ataques de pánico.
A nivel cognitivo y comportamental, se puede sentir imposibilidad para actuar, expresarse o tomar decisiones. Esto trae como consecuencia dificultad a la hora de leer y comprender preguntas, recordar palabras o conceptos e incluso organizar el pensamiento. También se experimenta bloqueos mentales (“quedarse en blanco”), en donde la persona no logra convivir con el malestar emocional que tiene. En otros casos, el estudiante puede directamente evitar la instancia de examen, no presentándose a rendir.
Finalmente, las reacciones emocionales pueden generar depresión, baja autoestima, y enojo. Además, se generan sensaciones de impotencia, miedo, enojo y desilusión.
Algunos consejos para lidiar con la ansiedad en las evaluaciones
- Asegúrate de estar lo suficientemente preparado. Eso implica estudiar con tiempo suficiente, con el objetivo de que te sientas confiado. Si no estás seguro sobre cómo estudiar, trata de buscar algún compañero que te pueda ayudar.
- Evita los pensamientos negativos. Si comienzas a sentirte ansioso, o tienes pensamientos como “me va a ir mal”, enfócate en modificarlos por pensamientos positivos. Esto ayudará a manejar el nivel de estrés.
- Descansa. Una buena noche de sueño ayudará a mejorar tu concentración y memoria.
- Cuando recibas el examen, tómate unos segundos para leer las preguntas, ordenar tus pensamientos y
organizar tu tiempo. Incluso, puedes comenzar con las preguntas más sencillas, lo que hará que afrontes con mayor seguridad aquellas más complejas. - Respira. Si comienzas a sentirte ansioso cuando estás realizando el examen, respira profundo. Inhala por la nariz y exhala por la boca. Enfócate en ir paso a paso, pregunta por pregunta, tomando todo el aire necesario. Asegúrate de brindar a tus pulmones el oxígeno necesario: esto ayudará a que te mantengas enfocado y en calma.
- No aspires a la perfección. Todos cometemos errores, y es totalmente válido. El hecho de saber que has hecho lo mejor posible y has trabajado por ello, es todo lo que importa.
¿Cuándo conviene tratar este problema?
En todos los casos, es importante diferenciar si la ansiedad aparece en situaciones esporádicas, o si ésta se repite frecuentemente. “Una experiencia a la que la persona se puede sobreponer de manera independiente, no es lo mismo que una experiencia que deja a la persona súper sensibilizada y con mucho temor a que le vuelva a pasar. En el segundo caso, sí es necesaria una intervención profesional, para evitar una conducta de evitación recurrente”, señala Luis Furlan.
Si crees que el nivel de ansiedad en los exámenes te está afectando por demás, ten en cuenta que existen personas capacitadas para ayudarte a lidiar con el problema. Recurrir a un psicólogo, hacer terapia y en algunos casos medicarse, son salidas para cuando la situación se torna insostenible.
Nuestra Red de Psicólogos cuenta con especialistas en ansiedad formados para brindar contención y soluciones ante el estrés que generan estas situaciones. Si consideras que necesitas ayuda, te invitamos a contactarte con nosotros.