La dependencia emocional es un comportamiento instintivo, asentado en nuestra mente para protegernos y estimular nuestro desarrollo emocional durante la infancia. Desde el momento que nacemos, todos desarrollamos cierto grado de dependencia. La primera vez que lloramos, la primera vez que tropezamos, y en cada uno de nuestros encuentros con un mundo desconocido hasta ese momento.
La dependencia emocional permite al niño:
- Encontrar seguridad a través de la protección de los adultos.
- Desarrollarnos mentalmente a través de la validación de los adultos.
- Realizarnos emocionalmente a través del amor y el cuidado de los adultos.
Pero, ¿todo esto significa que necesariamente somos víctimas de la dependencia emocional? No. La dependencia emocional comienza en el nacimiento y debe apaciguarse durante la pubertad. Se trata del momento en que los jóvenes adultos deben entrar en la fase de la autosuficiencia emocional; cambiando la satisfacción de sus necesidades emocionales puestas en los padres, a ellos mismos.
Si los jóvenes adultos no son capaces de encontrar esa autosuficiencia emocional, ésta permanece activa durante la adultez. La diferencia es que las expectativas ya no están en los padres, sino en otras personas (amigos, pareja, etc.).
¿Qué es la dependencia emocional?
Pese a que se trata de un concepto relativamente nuevo, algunos autores definen a la dependencia emocional como:
“Un estado psicológico que se manifiesta en los vínculos que se establecen. Un patrón constante de necesidades de origen emocional insatisfechas, que pretenden ser cubiertas a través de formas de vinculación desadaptativas”.
Este patrón involucra diferentes componentes: emocionales, cognitivos, comportamentales y motivacionales. Todos ellos se orientan a la búsqueda de proximidad con el “otro”. El objetivo, en última instancia, es alcanzar sentimientos de seguridad y satisfacción.
Incluso, muchas veces aparecen creencias distorsionadas sobre las relaciones, la soledad, la separación, el amor e incluso sobre uno mismo.
Como resultado, la conducta de las personas con dependencia emocional se orienta al mantenimiento de la proximidad con el otro, y a la satisfacción de ciertas demandas afectivas no satisfechas. Se pone al otro por encima de cualquier cosa, como principal motor de la vida, dejando de lado el malestar y sufrimiento que genera la relación. Además, se dejan en segundo plano otros aspectos importantes como la familia, otras relaciones sociales o actividades personales.
Distintas corrientes consideran a este problema como un “trastorno relacional” o de vínculo, que se caracteriza por la exteriorización de conductas adictivas que fomentan una asimetría de rol en las relaciones.
En muchas ocasiones, las personas con dependencia emocional padecen problemas con su propia identidad. Esto favorece que se desarrollen posiciones de subordinación, cuyo objetivo es mantener la proximidad y el reconocimiento del otro.
Si bien lo más común es asociarla a la relación de pareja, también puede darse con otras personas (amigos, compañeros de trabajo, etc.).
Causas de la dependencia emocional
La mayoría de las veces, las causas de la dependencia emocional pueden encontrarse en la infancia. Son numerosos los psicólogos que han desarrollado teorías sobre la importancia del vínculo entre los niños y sus padres (o tutores); y su importancia para el desarrollo futuro del niño. Ejemplo de ello es la Teoría del Apego, elaborada por John Bowlby.
A modo de síntesis, algunas de las causas que pueden generar problemas de dependencia emocional son:
Falta de afecto
Cuando ésta es la causa, no se cubrieron las necesidades básicas de afecto por parte de las personas significativas en la infancia. Cuando fueron cubiertas, fue por el cumplimiento de las expectativas que tenían esas personas sobre el niño. Por lo tanto, de grandes se desarrolla esa creencia de que el afecto está ligado al cumplimiento de las expectativas de los demás.
Problemas en el autoestima
A menudo, se relaciona con la falta de validación o refuerzos positivos durante la infancia. La falta de autoestima afecta la confianza, y termina dependiendo del refuerzo del entorno.
Creencias irracionales sobre las relaciones, vínculos y roles dentro de cada relación
Muchas veces, esta causa también está relacionada con la falta de modelos de relaciones “saludables” o “estables” durante la niñez. De este modo, la persona crece sin ninguna referencia, o con creencias erróneas: creencias como que el amor significa estar todo el tiempo junto a la otra persona; o que los intereses y objetivos deben ser los mismos; y que se debe estar siempre de acuerdo en todos los aspectos.
¿Cuáles son los síntomas de una persona dependiente emocionalmente?
Uno de los síntomas más típicos de quienes padecen dependencia emocional, es que no confían en su propia habilidad para tomar decisiones. De hecho, suelen creer que las demás personas tienen mejores ideas.
Otros síntomas que se incluyen son:
- Idealización del otro.
- Pretensión de cambiar al otro.
- Pánico ante el abandono o rechazo.
- Miedo a la soledad.
- Autoestima baja, tendencia a infravalorarse.
- Dificultad para la toma de decisiones.
- Necesidad de agradar.
- Necesidad de acceso al otro en todo momento.
- Renuncia a la autonomía.
- Sentimientos de vacío, preocupación y culpa ante la falta del objeto de dependencia.
- Ansiedad ante la separación, y síndrome de abstinencia.
Consecuencias de la dependencia emocional
La dependencia emocional trae aparejada determinadas consecuencias para la persona que lo padece. Éstas van desde la esfera emocional propiamente dicha, hasta la personal y social.
Entre otras, se encuentran:
- Relaciones inestables. Suele ser uno de los problemas más recurrentes, ya que las relaciones entran en un círculo de rupturas y reconciliaciones.
- Insatisfacción en las relaciones. Esto genera una gran frustración, ya que la persona siente que no está cumpliendo con las expectativas del otro, y a menudo suele culparse por ello.
- Problemas de autoestima. Aparece el miedo a estar solo, a defraudar al otro. Las personas se sienten poco importantes e insuficientes. A su vez, también suelen sentirse poco valorados y queridos.
- Empobrecimiento de la vida personal y aislamiento. Al ser la relación lo más importante, las personas dependientes emocionalmente tienden a ponerla siempre en un primer plano. De este modo, dejan de lado aspiraciones personales y pierden contacto y apoyo social.
- Ansiedad. La idea de abandono siempre está presente, lo que produce un malestar y sensación general de ansiedad. Las personas se sienten en peligro constante y amenazadas por una posible ruptura.
Tratamiento psicológico
A menudo, se trata de encontrar y exteriorizar el origen del problema, lo que permite trabajar sobre el autoestima. A su vez, se brindan herramientas para desarrollar la autonomía e independencia, fortaleciendo la posibilidad de tomar decisiones de manera independiente.
También se trabaja sobre la concepción de los vínculos y los roles dentro de esos vínculos. Esto, con el objetivo de comprender que las relaciones deben darse de manera horizontal.
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