Anoche soñaste. Quizá fue una pesadilla, o tal vez algo más placentero. Probablemente no lo recuerdes: cuando nuestro subconsciente trabaja, es normal no acordarse de nada.
En muchos casos, los sueños manifiestan ciertos miedos o ansiedades que tenemos. En otros, se ocupan de almacenar y organizar toda la información obtenida a lo largo del día.
A veces placenteros, a veces extremadamente extraños; lo cierto es que el mundo de los sueños es fascinante y genera mucho interés. Este interés se ha suscitado desde tiempos ancestrales, en donde su interpretación guiaba incluso el destino de los pueblos.
En este artículo respondemos las preguntas más frecuentes: ¿Qué son los sueños? Fases del sueño ¿Por qué soñamos? ¿Cuáles son los tipos de sueños que existen? ¿Cómo hacer para recordar los sueños? 10 Curiosidades y muchos más ¡No te lo pierdas!
Definición de sueño
Sueño seria tanto la acción de dormir como de la actividad de la mente durante este lapzo. En este artículo entenderemos los sueños son una serie de imágenes, emociones, pensamientos y sensaciones que ocurren mientras dormimos. Son involuntarios, y generalmente ocurren durante la fase REM del sueño.
Para la psicóloga Gayley Delaney, vendrían a ser “como películas caseras en respuesta a las vivencias que tenemos en un estado de consciencia diferente”, y en donde se traduce la experiencia directa informe e ilimitada en imágenes y secuencias que dan sentido a nuestra conciencia.
No todas las personas recuerdan sus sueños. Sin embargo, todos tenemos entre tres y seis sueños por noche, y cada uno dura entre 5 y 20 minutos.
¿Por qué soñamos?
La verdad que no hemos podido descubrir los motivos por los cuales soñamos. Existen varias explicaciones que intentaremos desarrollar en este apartado:
Limpieza natural
Esta es quizás la teoría más aceptada científicamente. A lo largo de todo el día recibimos numerosos estímulos sensoriales, recabamos cientos de datos que almacenamos en la memoria a corto y mediano plazo y que al final del día debemos «limpiar».
Cuando estamos despiertos, el propósito primario de nuestra consciencia es el de guiar nuestras decisiones y acciones. Pero éste no es el único fin: también lo es ordenar, archivar y procesar la información que ingresa, con el objetivo de ayudar a guiar nuestras acciones presentes y futuras. En cierta forma, priorizamos una información sobre otra para orientar nuestras acciones, desechando aquello que no consideramos prioritario.
Es este propósito secundario el que explica el motivo por el que soñamos: esa información que hemos desechado a lo largo del día, vuelve a ser reevaluada al acostarnos.
Cuando dormimos, físicamente no “actuamos” sobre nada, no hay información entrante “en tiempo real”. Por lo tanto, en vez de analizar esos datos que ingresan, nuestro cerebro se centra en volver a procesar la información. Debido a los mecanismos de la memoria, suelen ser aquellos datos añadidos más recientemente.
Los sueños serían un área de la conciencia que es una especie de “almacén temporal”: un lugar donde retenemos los recuerdos antes de moverlos de un almacén de corto plazo, a uno de largo plazo o eliminarlos. El sueño nos ayuda a recordar mejor lo que hemos aprendido durante el día. ¿Alguna vez te pasó que estabas estudiando, te acostaste a dormir y soñaste que continuabas estudiando?
Efecto secundario
Para algunos científicos, los sueños son un efecto secundario accidental de circuitos activados del tronco cerebral. Mientras dormimos nuestro cerebro genera impulsos nerviosos azarosos, estos impulsos despiertan imágenes, recuerdos, sentimientos que el cerebro intenta interpretar. De ese intento de interpretación surgen los sueños.
Los sueños vendrían a ser para esta teoría, construcciones de la conciencia con el fin de darle sentido a lo que generan esos impulsos. Este esfuerzo o mecanismo del cerebro de darle sentido a todo se llama pareidolia y lo vemos también en otros ámbitos. Ejemplo de otro ámbitos podrían ser, el mecanismo de proyección que realizamos al hacer los test de Rorschach o el darle sentido a una nube con una supuesta forma.
Psicoanálisis
El psicoanálisis dentro de las teorías psicológicas, es la que más desarrollo, importancia le da a los sueños y particularmente a su interpretación dentro de los tratamientos. En el año 1900, Sigmund Freud escribió un libro llamado “La interpretación de los sueños”. En él comentaba que los sueños vendrían a ser la realización simbólica de un deseo inconsciente. El sueño vendría a ser un mecanismo del inconsciente que puja por salir a la luz y expresarse. A través de ciertos mecanismos descritos por él, en la actualidad podemos interpretar los sueños y obtener información muy valiosa de la persona y su inconsciente.
Las fases del sueño
Una vez que nos acostamos, no todo el descanso se produce de la misma manera. En diversos estudios se ha podido demostrar que durante el sueño se van dando una sucesión de fases ondulatorias, con ciclos que duran aproximadamente hora y media.
Éstas fases son:
Fase 1 (Sueño liviano)
En este momento se da la transición de la vigilia al sueño. Comienza la relajación propia del traspaso de un estado al otro, se da el enlentecimiento de los latidos, la respiración se hace más profunda, y en el cerebro comienzan las llamadas ondas theta. Éstas son más lentas que las ondas alfa propias de la vigilia. Durante esta etapa, muchas personas experimentan contracciones musculares repentinas precedidas de una sensación de estar cayendo.
Fase 2
Aparece a continuación de la 1, y representa más del 50% del tiempo de sueño. Se caracteriza por ondas electroencefalográficas con una frecuencia mayor que las theta. El tono muscular se hace algo más débil y se eleva el umbral del despertar. Corresponde al principio del sueño propiamente dicho.
Fases 3 y 4
Se corresponden al sueño más profundo porque durante ellas aparecen las ondas delta, que son extremadamente lentas. Éstas se intercalan con ondas más pequeñas y más rápidas. Las etapas 3 y 4 son referidas como sueño profundo, y es muy difícil despertar a una persona de ellas.
Fase REM
En esta etapa, la respiración se hace más rápida, irregular y superficial. Los ojos se agitan rápidamente, y los músculos de los miembros se paralizan temporalmente. Las ondas cerebrales aumentan a niveles que experimenta una persona cuando está despierta. También, el ritmo cardíaco aumenta, la presión arterial sube, y el cuerpo pierde algo de la habilidad para regular su temperatura. Es el tiempo en que ocurren la mayoría de los sueños, y, si la persona es despertada, suele poder recordarlos. La mayoría de las personas experimentan de tres a cinco intervalos de sueño REM cada noche.
¿Cuáles son los tipos de sueños que existen?
En primer lugar, es importante aclarar que no existe una única clasificación sobre el contenido de los sueños. A lo largo de los años, distintas corrientes psicológicas han desarrollado sus teorías planteando diversos enfoques sobre la temática. La interpretación de los sueños se ha visto plasmada en corrientes como el psicoanálisis, el conductismo, el cognitivismo y la neurociencia.
Fuera de la interpretación que realiza cada una de las Escuelas Psicológicas, es posible establecer una categorización sobre el contenido de los sueños más recurrentes. Ellos son:
Sueños ordinarios
Los sueños normales u ordinarios ocurren durante la etapa REM del sueño. Este tipo de sueño es desencadenado por nuestro pensamiento, y en ellos nuestra mente se centra en almacenar y clasificar las distintas experiencias del día.
Sueños lúcidos o conscientes.
Son aquellos en donde somos conscientes que estamos soñando mientras vivimos esa experiencia. Esta consciencia nos permite ser actores deliberados en nuestros sueños, con la seguridad de que no nos va a pasar nada, porque sabemos que estamos soñando.
Si te interesa saber más sobre este tipo de sueño, te invitamos a leer nuestro artículo sobre «¿Qué son los sueños lucidos«
Sueños falsos y pesadillas.
Por lo general, asociamos el origen de los sueños con un estado de relajación completa, que nos permite descansar de las actividades cotidianas. Sin embargo, los sueños falsos y pesadillas rompen con este esquema, y generan cierta incomodidad en las personas.
Los sueños falsos son aquellos en donde nos vemos despiertos, envueltos en actividades cotidianas y llevando a cabo tareas que normalmente hacemos. El ejemplo más común es el de los niños que sueñan que están en el baño, y cuando despiertan se dan cuenta que orinaron en la cama. Otro ejemplo es cuando creemos que estamos llegando tarde al trabajo, o cuando soñamos que estamos realizando un examen para la facultad y éste nos resulta muy complicado. Cuando la persona despierta se da cuenta que esto nunca ocurrió, y tienen que volver a realizar la actividad. Esto puede generar un estrés y cansancio extra.
Las pesadillas también suelen ser muy inquietantes, ya que en ellas las personas experimentan emociones negativas como la tristeza, el terror o la ira.
Estos tipos de sueño suelen reflejar ciertos conflictos en las personas, vinculados con emociones como el estrés, el miedo, la ansiedad, o cualquier otro tipo de sensación o pensamiento que pueda estar abrumando a la persona.
Sueños diurnos.
Cualquiera podría afirmar que es necesario estar dormido para experimentar un sueño. Sin embargo, los sueños diurnos demuestran que esto no es así. Éstos pueden darse mientras estamos en una reunión, en una clase, en nuestro auto o haciendo alguna actividad física; y de repente nos desconectamos por completo del mundo que nos rodea.
En cierta forma, los sueños diurnos permiten vagar por nuestra imaginación sin la necesidad de estar sumergido en un sueño profundo.
¿Cómo hacer para recordar los sueños?
Las personas que tienen problemas para recordar sus sueños (o incluso, aquellas que dicen no soñar en absoluto), suelen tener patrones similares de sueño. Esto es lo que plantea Robert Stickgold, profesor de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos).
Para este psiquiatra, especializado en sueño y cognición, existen una serie de acciones que se pueden llevar a cabo con el objetivo de recordar los sueños. Ellas son:
- “Despertarse en mitad de la noche a menudo permite recordar los sueños”. Quienes tienen problemas para recordarlos, suelen quedarse dormidos pronto, y pasan del sueño profundo a estar completamente despiertos. Por eso, el psiquiatra recomienda tomar tres vasos de agua antes de ir a la cama. Esto nos forzará a despertarnos para ir al baño, y ayudará a que recordemos con mayor facilidad los sueños.
- Repetir la frase “voy a recordar mis sueños” tres veces antes de dormirse, y tener un cuaderno y lapicera al lado de la cama. Estos dos preparativos ayudarán a que recordar los sueños sea una prioridad para nuestra mente.
- Al despertar, no abrir los ojos ni moverse, ni hablar. Cualquier distracción o percepción sensorial ayuda a borrar los recuerdos que tenemos del sueño. Centrarse únicamente en recordarlos, y al hacerlo escribirlos en la libreta que tenemos al lado de la cama.
10 Curiosidades sobre los sueños
¿Sabías que en promedio soñamos seis años de nuestra vida? ¡Imaginá eso! Seis años que pasamos absortos en experiencias maravillosas, aterradoras, emocionantes y a veces completamente incomprensibles. Todas ellas, historias que ocurren en nuestra mente, cuando nos predisponemos a descansar.
Para finalizar te traemos diez datos sobre los sueños que seguramente no conocías. No te los pierdas, ¡son súper interesantes!
Tu mente está igual o más activa durante un sueño que mientras estás despierto/a
Mientras dormimos, la mente y el cuerpo se relajan. Después de todo, la razón principal por la que lo hacemos es para recuperarnos del estrés diario, descansar nuestros músculos y refrescar nuestra mente para el día siguiente.
Sin embargo, por más paradójico que pueda parecer, la mente aumenta la actividad mientras dormimos; alcanzando niveles incluso más altos que cuando estamos despiertos.
Tal afirmación encuentra sustento en numerosos estudios que documentan la actividad eléctrica cerebral durante el reposo. Ejemplo de ello es la investigación llevada a cabo por la científica Francesca Siclari, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Winsconsin (Estados Unidos).
En los sueños sólo vemos “caras familiares”
¿¡Qué!? Todas esas personas ¿las conozco? ¡Así es! Nuestro subconsciente no puede inventar nuevas caras, y esto tiene sentido, porque sólo puede recordar cosas.
De este modo, cada persona que aparece es de alguien que hemos visto en algún momento. ¡Ojo! Esto no significa que realmente conozcamos a esa persona. Quizá sólo la cruzamos durante el día, y hay algún detalle que nos llamó la atención.
La mayoría de los actores principales de nuestros sueños son, sin embargo, personas que reconoceríamos fácilmente. Esto es simplemente porque ocupan un lugar más importante en nuestros pensamientos. Pero a veces, nuestros sueños pueden generar una extraña mezcla entre caras familiares y no familiares.
No podemos leer en nuestros sueños
Generalmente, estamos envueltos en muchas actividades mientras soñamos; pero una cosa que no podemos hacer es leer.
Así es: pueden aparecer libros, o señales, pero no leemos ninguno de ellos porque no somos capaces de distinguir las palabras y las letras.
¿Y esto por qué? Porque leer es una actividad consciente y por ende, no podemos llevarla a cabo dormidos.
Los hombres y las mujeres sueñan diferente
Distintas investigaciones han descubierto que los hombres y mujeres sueñan diferente, y también sobre diferentes temáticas.
Tal es el caso del estudio llevado a cabo por los científicos Markus Georgi y Michael Schredl para la Facultad de Medicina de Manheim (Alemania).
De acuerdo a los resultados de esta investigación, los sueños de los hombres tienden a contener más agresiones, sexualidad y actividad física; mientras que los de las mujeres se relacionan más con cuestiones emocionales. En estos últimos aparecen también más situaciones relacionadas con el aspecto y la infancia.
Olvidamos casi todos nuestros sueños
¿Sabías que nuestra memoria borra entre el 90% y 99% de los sueños? Incluso, pasados 10 minutos de despertarnos sólo recordamos el 10% de lo que habíamos logrado recordar.
Hay numerosas teorías al respecto. Un estudio publicado en el año 2002 en la Revista Americana de Psiquiatría plantea que cuando soñamos hay ausencia de la hormona norepinefrina (o noradrenalina), que tiene un papel clave en la memoria, el lenguaje, el pensamiento y la conciencia.
También soñamos en blanco y negro
Casi todas las personas sueñan en colores. Sin embargo, hay quienes dicen que sus sueños son en blanco y negro: representan alrededor del 12% de la población mundial.
¿Por qué ocurre esto? Un estudio realizado en el año 2008 establece que la edad y los medios de comunicación a los que uno está expuesto podrían desempeñar un papel en los colores que se producen en los sueños de las personas.
Las personas mayores crecieron con la televisión y la fotografía en blanco y negro. Muchos de ellos tienen sueños monocromáticos: es la forma en que se imaginan personas y eventos externos a ellos mismos.
Las personas más jóvenes, por otro lado, no han conocido nada más que fotografía en color y televisión.
Los sueños estresantes pueden causar reacciones físicas similares a las de la vida real
Lo creas o no, una pesadilla afecta al cuerpo como si fuera una situación real de estrés. En el año 2014, en un artículo sobre los sueños del Huffington Post sobre los sueños; el psicólogo clínico Rubin Naiman expresó por qué las personas a menudo se despiertan con sentimientos prolongados vinculados a lo que estaban soñando.
“La experiencia que tenemos en los sueños se registra en nuestro cuerpo y casi de la misma manera que cuando sucede en la vida real”. De hecho, el profesional agrega que la frecuencia cardíaca y la presión arterial pueden aumentar durante un sueño estresante.
Las personas ciegas también sueños
Una persona que perdió la visión en algún momento de su vida, puede soñar con imágenes mientras duerme. Esto se debe a que el cerebro logra almacenar los registros visuales previos.
Por otra parte, quienes nacieron ciegos también pueden soñar, aunque sin imágenes. ¿Cómo es esto? Un estudio realizado en el año 1999 reveló que al desarrollar mayor sensibilidad con los demás sentidos; las personas que nacen sin visión sueñan percibiendo olores, sabores, el tacto y sonidos.
Podemos controlar los sueños
¿Alguna vez tuviste un sueño mientras dormías, y sabías que estabas soñando en ese momento? Esto existe, y es caracterizado como “sueño lúcido”.
Se cree que el sueño lúcido surge de un estado que combina la conciencia y R.E.M. dormir. Mientras te encuentres en ese estado, vas a tener el control sobre el contenido de sus sueños.
La famosa “patadita” antes de dormirte
Seguramente alguna vez habrás soñado que te caías de un precipicio o tropezabas con algo; lo que genera un salto repentino de nuestro cuerpo en la cama.
¿Te pasa seguido? Estos sobresaltos se llaman “sacudidas hípnicas”. Básicamente, son espasmos involuntarios que se dan justo antes de quedarnos dormidos. De hecho, son bastante normales: alrededor de un 70% de las personas suelen experimentarlos.
Hay distintas explicaciones: algunos investigadores consideran que se originan como consecuencia de factores como el estrés, el cansancio, la ansiedad o la falta de sueño. Otros, sugieren que se trata de una reacción natural cuando el cerebro logra “desconectarse” en gran medida de nuestro cuerpo.
Pero hay una teoría más extraña: el enfoque evolutivo plantea que se trata de un antiguo reflejo primate. Para quienes defienden esta postura, el cerebro malinterpreta la relajación de los músculos al iniciar el sueño; como si en realidad estuviéramos cayendo de un árbol. Después de todo, la hipótesis no es tan ilógica, ¿no?
Fuentes:
Sueños y pesadillas de Navarro Egea
Los sueños lucidos de Juan Cristian Parra
Interpretación de los sueños de S Freud.