Coaching y psicología son dos conceptos vinculados a disciplinas muy disímiles, pero que mantienen algunos puntos en común. Ambos campos de trabajo tienen un objetivo similar: ayudar a las personas a superar sus obstáculos, solo que, para lograrlo, implementan abordajes y procesos completamente distintos.
En este artículo, te contamos más acerca de las diferencias y similitudes entre la psicología y el coaching, un movimiento que no para de conseguir seguidores.
De acuerdo al International Coach Federation (ICF), el coaching profesional es “un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con clientes que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional. El coach honra y respeta a su cliente como el mayor experto en su vida personal y profesional y cree en él como un ser creativo, completo y lleno de recursos”.
Principalmente, la tarea de los coach consiste en escuchar atentamente a sus clientes y llevar a cabo preguntas para que el sujeto pueda reflexionar sobre los sucesos, así como también aumentar su compromiso con lo que pretende lograr. La intención fundamental de esta práctica, es que el individuo pueda ampliar sus posibilidades y tomar acción en función de su objetivo.
El coaching se enfoca en la optimización de los recursos personales para alcanzar objetivos específicos. Pretende desarrollar un cierto lineamiento y guía para que los individuos conecten con sus valores y potencial. Si bien se puede aplicar en distintos ámbitos, donde más relevancia toma es a nivel institucional y empresarial.
¿Cuáles son las responsabilidades de un coach?
A nivel laboral, desde el coaching se trabaja sobre todo en los siguientes aspectos:
- acompañar a la persona en el aumento de su productividad
- colaborar en la mejora de su rendimiento
- ayudar en el desarrollo de un liderazgo positivo
- contribuir en mejorar su comunicación interpersonal
Diferencias entre coaching y psicología
Según la Licenciada en psicología, María Emilia Garrone (M.P: 6228), “la principal diferencia es que el coach no realiza evaluación, diagnóstico ni tratamiento. No trabaja con personas que manifiestan alguna patología. Por lo cual, si detecta esto al inicio del proceso o durante, o ante la duda, debe derivar a un profesional de la salud mental. El coach trabaja sólo con los aspectos sanos de la persona y parte desde allí para acompañar a otros a potenciar sus recursos, desafiar sus creencias limitantes, aumentar su motivación respecto a su objetivo, etc.”.
Por este motivo, un coach no debe abordar problemáticas tales como: ansiedad, depresión, duelos, trastornos alimentarios, adicciones, estrés, ideas suicidas, o cualquier psicopatología. En el caso que la persona vivencie alguna de estas situaciones, el coach debe derivar con un psicólogo o psiquiatra.
Según la licenciada, otro aspecto a considerar es que “el coaching no trabaja con el pasado de la persona, parte desde el presente hacia el futuro”. Esto tiene un punto en común con algunas disciplinas de la psicología que también trabajan con el presente de la persona y sus objetivos a futuro (como la terapia cognitivo conductual). “Se podría decir que también hay similitudes con la psicoterapia, que no sólo trabaja con trastornos, sino que también aborda aspectos sanos de la persona, considerando sus valores, sus recursos, y hacia dónde quiere avanzar en su vida” .
Otras de las diferencias con respecto a los psicólogos es la modalidad de trabajo. El coach no evalúa, ni diagnostica, ni toma test psicológicos. Tampoco asume un rol directivo, lo que significa que: no recomienda, no enseña, ni asesora durante las sesiones de coaching. Principalmente, lo que hace es observar e intervenir con preguntas para ayudar al cliente a acercarse a su objetivo.
¿Qué tener en cuenta al acudir a un servicio de coaching?
El coaching es una corriente que se encuentra en plena expansión. Existe una superabundancia de centros y espacios educativos que brindan formaciones en coaching. Por este motivo, es muy importante que la persona que quiera tomar sesiones con un coach primero averigüe dónde se formó y quién certifica su formación.
Según la ICF, para poder desempeñarse en el rol de coach, éste debe haber atravesado: capacitaciones y prácticas, evaluaciones, desempeñarse acorde a los lineamientos que establecen las instituciones adecuadamente certificadas y respetar un código ético, entre muchos otros aspectos.
Aspectos importantes a considerar
De acuerdo a la licenciada Garrone, “pueden existir riesgos si no se respetan los límites de las disciplinas. El coaching, no es psicoterapia y eso debe quedar claro. Si el paciente manifiesta alguna patología o trastorno, debe acudir a un psicólogo para que realice una valoración y no a un coach, ya que de no tratarlo con un profesional de la salud mental (que ofrezca el mejor tratamiento disponible para su caso), el paciente puede ver agravada su problemática”.
Por estos motivos, considera de suma importancia que los coach, al igual que cualquier profesional, base sus prácticas en la ética, la calidad humana, la formación permanente y la honestidad intelectual. Por lo que también resulta necesario que los profesionales aclaren debidamente sus roles y sus respectivos alcances. Además, toda persona que se interese en esta disciplina debe informarse y preguntar quién le está brindando sus servicios, el tipo de ayuda que ofrece, y si es la opción más idónea para su caso.
En Psicólogos Córdoba tenemos una amplia red de profesionales capacitados dispuestos a ayudarte a superar tus obstáculos y lograr tus objetivos. No dudes en contactarnos.